lunes, 4 de abril de 2011

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Me divierte tu ira, tan potente y tan arraigada en ti mismo que piensas que es tu cualidad más extrema, te veo ahí presumiendo del acero, de la sangre y de la complacencia que experimentas al verla derramada por todo tu cuerpo, y realmente me diviertes. Tus ojos arden inflamados y tu pecho se infla y desinfla más rápido de lo que mi cigarro se consume. Te crees que no te veo, pero sigo cada uno de tus movimientos desde aquí. Tu grito de guerra ensordece y la frase que despliegas a tus víctimas en el momento antes de que culmine tu venganza es pura poesía.
Yo te miro desde mi trono endemoniado con la furia asesina taladrada en la cabeza y tu músculo es algo que asustaría a cualquiera de estas bestias con un solo movimiento, pero no a mí. Eres de la vieja escuela, de esa que genera grandes guerreros con grandes destrezas, de esa que siembra los grandes temores en las noches abrasivas como esta.
Sé que guardas los cadáveres como un motín sagrado, sé que a algunos los devoras para acumular pecados, te gusta la condena y la celebras con deleite, tú piensas que será el infierno, pero no sabes que es la muerte.
Te llamo y me ves, te giras, me ves y te ríes, ya he dicho me divierte verte tan seguro de ti mismo, tan sanguinario y tan fuerte, tan inmune a la vida sin imaginar tu suerte.

-Hay que joderse. No sabes nada,
Comienzas tu discurso instructivo,
Tu sucesión de bobadas y amenazas
Si no fueras medio idiota resultaría hasta ofensivo
Y desde aquí, en lo alto, todo esto es tan erótico
Verte sumido en tu cólera que aflora en su grado máximo…
Los duelos llenos de acero, realmente, no son lo mío
Antes prefiero quemarte, antes te jodo vivo…

-No es que quiera presumir de lo fácil que resulta
Acabar con un tipo como tú
De esos a los que asusta a las viejas
De esos que la luna oculta.-

Para mis noches de ensueño, de mí para mí, que lo satisfactorio del mundo no siempre resulta tan bello.


Sekhmet